Desde hace 5 semanas se estrenó Dragon Ball Super, saga que sigue la historia de Goku y sus amigos después de que lograron derrotar al poderoso Majin Bu. Los primeros capítulos son un claro recordatorio de la película de “La batalla de los dioses”, en la que vemos a Bills buscando al Super Saiyajin Dios.
En el episodio que se trasmitió este fin de semana (5to capítulo) pudimos ver cuando Bills al fin se encuentra con Goku, pero durante su “batalla” vimos una falta de calidad en la animación realmente grande, entregándonos dibujos realmente mal hechos, dibujos que posiblemente yo haría mejor.
Este problema con la animación lo venimos notando desde el capítulo 4, ya que los primeros 3 capítulos tuvieron una calidad respetable, aunque no igual a la que pudimos ver en las películas.
El estudio encargado de la serie, Toei Animation, ha estado entregando varios capítulos de distintas series con una baja calidad, como es el caso de ‘Soul of Gold’ y ‘Sailor Moon’, razón por la cual muchos de los seguidores están sumamente molestos con esta casa animadora.
La razón de la baja calidad de la animación se debe a que los productores, el director, diseñadores y asistentes de producción reciben un salario durante todo el proceso de producción, así los horarios se mantienen cortos y al límite del costo global de la producción. Pero la mayoría de los animadores son freelancers, debido a que el costo de tener a todos trabajando en el estudio es sumamente alto, solo el estudio Ghibli (una de las casas de animación más grandes y reconocidas) se puede permitir esto.
En si, el problema no es que los estudios sean avaros, sino a que los estudios de animación japoneses son pequeñas compañías que batallan con los presupuestos dados por sus clientes. Por lo general no hacen beneficios a la larga y no están en posición de invertir su propio dinero en lo que están creando. Los presupuestos para la animación en Japón son realmente bajos.
Todo comenzó en los 60´s con la loca idea de Osamu Tezuka de hacer programas animados una vez por semana, pidiéndolo a los animadores que hicieran grandes sacrificios al trabajar mucho por pagas muy chicas. Podemos ver los mismos estándares 50 años después.
En una serie animada los animadores ganan alrededor de $40 dolares por corto, ganando alrededor de $2 dólares por dibujo. Así que para lograr vivir de animador, tienes que hacer tu trabajo muy rápido y trabajar simultáneamente para varios estudios.
Esperemos que en los siguientes capítulos de Dragon Ball Super podemas ver un mejor y más detallado trabajo de animación.